El confinamiento amenaza a nuestra salud mental
- No Son Tabú
- 27 may 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 1 jun 2020
Carlos Argila y Gerard Casado | Barcelona
Durante el confinamiento, mantener una buena salud mental es una tarea complicada para toda la población y queda bastante claro que dejará secuelas en gran parte de ella. Pero hay quiénes han afrontado esta situación padeciendo un trastorno mental y este escenario que estamos viviendo supone un desafío para ellos.
La situación actual nos ha cogido a todos desprevenidos, eso es un hecho. Pero ante la novedad debemos adaptarnos de la mejor forma posible para mantener nuestra salud mental en buena forma. José Guillermo Fouce, vocal de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Psicología, indicaba que esta situación “supone un cambio vital radical en nuestros hábitos y costumbres” en sus declaraciones en un reportaje de la agencia SINC Son muchos los factores que nos pueden afectar de forma negativa: el miedo al contagio, el distanciamiento, el aislamiento de nuestros familiares… Por ello es muy importante seguir las recomendaciones que están dando los expertos, como los que podemos encontrar en este documento de la Sociedad Española de Psiquiatría y mantenernos lo mejor posible para superar con éxito esta crisis.
El confinamiento es una carrera de fondo. Los primeros días los pasamos bien, en casa, con la familia pero conforme han ido avanzando los días y los medios mostraban que la situación iba para largo surge una necesidad entre la población, mantener una salud mental durante todo el tiempo que pueda durar esta situación. Ahora, con el país en proceso de desescalada, hemos hablado con la usuaria de Instagram @_hanabie sobre su experiencia durante estos meses de confinamiento.
El confinamiento a ojos del TLP
Hanabie es una joven de veinte años a quien le diagnosticaron durante la adolescencia, y “después de muchos diagnósticos erróneos”, TLP. El trastorno límite de la personalidad (TLP), o borderline, es una afección mental por la cual una persona tiene patrones prolongados de emociones turbulentas o inestables. Estas experiencias interiores a menudo los llevan a tener acciones impulsivas y relaciones caóticas con otras personas. Hanabie comenzó a mostrar síntomas a los doce años y que “la gestión emocional” es lo más le está ayudando a sobrellevar todo y es algo que se debe aprender si o si en esta situación. Para ella el hecho de vivir en confinamiento le afectó bastante. Al principio se encontraba estaba muy inestable. Toda rutina que tenía establecida previamente había desaparecido y no podía ver a su pareja. Ante esto último, aprovechó la primera oportunidad que tuvo para ir a su casa y pasar un mes y medio allí, donde todo se estabilizó un poco. Hanabie nos comenta que gracias a eso, ahora está mucho mejor respecto a los primeros días de confinamiento.
Pero a lo largo de este proceso se ha enfrentado a momentos de crisis los cuales asegura que “casi igual que siempre” porque podía seguir llamando a su madre, a sus amigas o a su pareja, pero no podía salir de casa para despejarse y eso le generaba claustrofobia.
En cuanto le preguntamos sobre cómo lo ha hecho para sobrellevar el confinamiento de la mejor forma posible, nos responde que se está manteniendo bien pero no sabe cómo y explica que cualquier persona paciente de salud mental debería “marcarse una rutina más o menos estricta dedicando horas para todo: hobbies, comidas…” También hace hincapié en que esa persona debe acostarse pronto, levantarse pronto y, sobre todo, comer bien.
Mantener una rutina es un aspecto clave para casi cualquier situación al estar en constante movimiento y teniendo siempre algo que hacer, no tienes tiempo para pensar en lo que te pasa y mantienes la mente distraída.
Hanabie también reivindica que la visibilidad que se le da a la salud mental en general, y no solo durante la cuarentena, es bastante baja y deberían destinarse más recursos. “Hay gente que se ha quedado sola o se le ha muerto la única persona con la que vivía y eso es muy peligroso, podría derivar en un intento de suicidio o en un suicidio”, se debe hacer más hincapié en este tema y más aún en esta situación. Se debería promover una asistencia gratuita donde la gente pueda recibir ayuda para manejar algunos momentos de crisis o actividades que hacer en casa para mantener la mente distraída.
El confinamiento a ojos de una psicóloga
Y de la vida del paciente, a la del psicólogo. Mariona Coma, psicóloga voluntaria en la centralita del SEM (Servei d’Emergències de Catalunya), se incorporó al SEM para ayudar en el aumento de consultas y de trabajo en la sección de gestión emocional durante el confinamiento.
Y es que según datos de El Periódico a partir de la crisis sanitaria, los servicios telefónicos de Barcelona han recibido en total un número aproximado de 10.000 llamadas, de las cuales el 72% fueron realizadas por mujeres y el 58% por personas de entre 49 y 69 años. Los servicios han sido ofrecidos por el Teléfono de la Esperanza y por el SEM en colaboración del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, que es donde Mariona ha colaborado.
El trabajo que realiza Mariona actualmente le supone un gran bagaje emocional. Durante muchas horas al día escucha historias muy distintas de personas que lo están pasando realmente mal, ya sea por el confinamiento en sí o por consecuencias de situaciones que desarrollaron anteriormente. Aunque procure no llevarse esas historias a casa, en ocasiones es inevitable. En su caso le ha afectado en el término del sueño. Ahora duerme peor y eso le conlleva a estar más cansada durante el día y con menos energía.
También nos cuenta como ella misma ha vivido el confinamiento. Mariona recalca que el confinamiento le ha afectado sobre todo porque es una persona muy activa y esto le ha llevado a adaptarse a una situación completamente nueva. Al principio recuerda que estaba más irascible, pero después consiguió adaptarse haciendo actividad física desde casa. Mariona destaca que echa de menos poder ver a su familia, porque actualmente viven en ciudades diferentes.

Mariona resalta que tanto a las personas que se sintieron cómodas durante el confinamiento como las personas que lo han pasado realmente mal, el confinamiento está creando mucha patología ansiosa y depresiva, sobre todo ansiosa. No deja ser un cambio notable en nuestras vidas que nadie tenía previsto. Funcionamos a partir de expectativas y planes y los cambios repentinos generan tensión.
“La nueva normalidad”
“La nueva normalidad” es el nombre que se ha puesto a la realidad que viviremos durante los próximos tiempos en la época post cuarentena. Las desescaladas que estamos viviendo a base de fases han marcado el inicio de esta “etapa”.
Desde el 14 de marzo toda la población española se ha visto inmersa en una situación completamente inesperada. Nuestras rutinas cambiaron de la noche a la mañana y tuvimos que adaptar nuestras vidas alrededor de nuestro hogar.
Ahora gracias a las fases de desescalada, poco a poco vamos recuperando algunas actividades que antes considerábamos rutina. Aun así, no será para todos igual de sencilla esta “nueva normalidad”.
El Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, destinará 1,5 millones de euros a un plan de choque en salud mental para hacer frente a los efectos del COVID-19. El plan actuará sobre cuatro líneas distintas: niños y adolescentes, cuidadores con extrema sobrecarga, ancianos y personas que ya tenían un problema de salud mental previo.
Mariona Coma advierte que ahora con la “nueva normalidad” habrá una parte importante de la población que no estará preparada para salir de sus casas. Durante estos últimos meses hemos adaptado toda nuestra vida al confinamiento. Esto llevará a que muchas personas sea reticentes a salir de casa. Personas que creerán que las medidas de seguridad no son suficientes. Ella ya ha visto casos de pacientes que tienen miedo a salir de casa y que no saldrán hasta dos semanas o incluso un mes después de lo que haya estipulado el gobierno.
Si se exige una adaptación inmediata a la “nueva normalidad” Mariona Coma asegura que tendremos problemas como sociedad. Debe de haber empatía y comprensión hacia las personas que necesitan tiempos diferentes para adaptarse esto derivará en mucha ansiedad.
No todos hemos vivido las mismas experiencias durante estos últimos meses. Algunos lo han conseguido sobrellevar mejor que otros. Algunos les será más fácil retomar la rutina anterior que a otros. Lo que no podemos pretender es que todo el mundo se adapte del mismo modo a la “nueva normalidad”.
Para más información:
Comments